Revierte los efectos de la posmenopausia en la intimidad
Durante la posmenopausia, es común que la función sexual femenina se vea afectada debido al desequilibrio en estrógenos y progesterona. Falta de lubricación, disminución del deseo sexual y excitación, dolor y molestias durante el acto, dificultad para alcanzar el orgasmo, son algunos de los síntomas relacionados con el desbalance hormonal.
La buena noticia es que estudios (artículo de Bouchard C., Labrie F. y colaboradores) han encontrado que la dehidroepiandrosterona (DHEA) es el precursor exclusivo de andrógenos y estrógenos en mujeres en posmenopausia, y que, aplicada vía intravaginal, ha demostrado mejorar los aspectos de la función sexual mediante una acción estrictamente local en la vagina.
Para llegar a este resultado se utilizó el cuestionario del índice de la función sexual femenina (IFSF). En la investigación participaron 154 mujeres en posmenopausia con al menos un síntoma de leve a grave de atrofia vulvovaginal. Las mujeres completaron el cuestionario IFSF al inicio del tratamiento, a la semana 26 y a la semana 52 con DHEA diaria intravaginal al 0.50% (6.5 mg).
Se encontró que el deseo, la excitación, la lubricación, el orgasmo, la satisfacción y el dolor, considerados en el cuestionario IFSF, aumentaron en un 28%, 49%, 115%, 51%, 41% y 108%, respectivamente (p <0.0001 para todos los parámetros) a las 52 semanas en comparación al inicio. Los niveles séricos de DHEA y todos sus metabolitos, incluyendo estradiol y testosterona, no mostraron cambios significativos.
Los datos clínicos encontrados indican un efecto estimulante de la DHEA intravaginal a través de una acción estrictamente local, de acuerdo con los datos preclínicos que muestran que los andrógenos producidos localmente por la DHEA en la vagina fomentan un aumento en la densidad nerviosa del tejido vaginal, favoreciendo la sensibilidad.
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