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CÁNCER

VAGINAL

La vagina tiene un canal de 3 a 4 pulgadas (de 7½ cm a 10 cm). Está recubierta por una capa de células planas llamadas células escamosas, también llamada epitelio (o revestimiento epitelial).

Son estas células las que se encuentran expuestas a desarrollar diversos tipos de cáncer, entre ellos: 

 

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Adenocarcinoma 

Los cánceres que se originan de células glandulares se llaman adenocarcinomas. Aproximadamente 15 de cada 100 casos de cáncer de vagina son adenocarcinomas. El tipo usual de adenocarcinoma vaginal se presenta por lo general en mujeres mayores de 50 años.  

Carcinoma de células escamosas 

Alrededor de 70 de cada 100 casos de cáncer de vagina son carcinomas de células escamosas. Estos cánceres comienzan en las células escamosas que forman el revestimiento epitelial de la vagina. Primero, algunas de las células normales de la vagina tienen cambios precancerosos. Luego, algunas de las células precancerosas se convierten en células cancerosas. Este proceso puede llevar muchos años. 

Melanoma

Los melanomas se forman a partir de las células que producen el pigmento que da color a la piel. Estos tipos de cáncer se encuentran usualmente en zonas de la piel expuestas al sol; sin embargo, se pueden formar en la vagina u otros órganos internos. Alrededor de 9 de cada 100 casos de cáncer de vagina son melanomas. El melanoma tiende a afectar la parte inferior o externa de la vagina. Los tumores varían mucho en cuanto a tamaño, color y patrón de crecimiento.  

Sarcoma

Los sarcomas son cánceres que comienzan en las células de huesos, músculos, o de tejido conectivo. Hasta 4 de cada 100 casos de cáncer de vagina son sarcomas. Estos tipos de cáncer se forman en la parte profunda de las paredes vaginales, no en su superficie. Hay varios tipos de sarcomas vaginales. Tiende a presentarse en mujeres mayores de 50 años. 

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Más de ocho de cada 10 mujeres con cáncer de vagina invasivo tienen uno o más síntomas, tales como: 

  • Sangrado vaginal anormal (por lo general después de las relaciones sexuales) 

  • Flujo vaginal anormal 

  • Un bulto que puede ser palpado 

  • Dolor durante la relación sexual 

 

Estos síntomas pueden confundirse con otros padecimientos ginecológicos de menor riesgo. Por ello es de vital importancia evitar automedicarse y acudir con un ginecólogo experto como el Dr. Alzati para diagnosticar correctamente la causa de las molestias. 

 

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